Tu skincare inicia en el cuello.

Cuidar de la piel del cuello es tan importante como cuidar de tu cara.

Uno de los principales errores que comentemos al iniciar una rutina de skincare es creer que solo debemos enfocarnos en la cara, y no, el skincare inicia desde el cuello e incluso el escote.

La piel del cuello es mucho más delgada y fina que la del rostro, haciéndola frágil y menos resistente a las agresiones externas.

Por otro lado el cuello tiene menos glándulas sebáceas, las cuales son esenciales para mantener la hidratación natural de la piel.

Además existe menor producción de fibras de colágeno y elastina en el área del cuello y escote, las cuales son las responsables de mantener la piel firme y flexible.

Con el paso de los años la gravedad se convierte en un acompañante incómodo, y la piel del cuello es de esas partes que tienden a colgarse con suma facilidad.

Una excelente ayuda es aplicar alguna crema hidratante (puedes aplicar la misma crema que utilizas para tu rostro) que fomente la producción de colágeno en la piel.

Como tip, recomendamos aplicarla con movimientos ascendentes, esto será una ayuda extra para evitar la caída de la piel de forma prematura.

Lo importante es que no te olvides de él, ya que al igual que pasa con la piel de la cara, pierde elasticidad, firmeza e hidratación, y siendo sinceros es una de las partes -al igual que las manos- donde se empieza a notar drásticamente el paso de los años.